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Pastores: Tito y Delmy Escalante

Visión

"Ser una congregación de gente sana y libre que bendice a sus miembros y amigos con el Evangelio de Jesucristo en un ambiente de amor, respeto y aceptación"

miércoles, 2 de mayo de 2012

ENTREGA ES EL CAMINO AL PASTORADO

Aunque el ministerio puede ser visto como un trabajo, debe ser entendido como un oficio que demanda la necesidad de un corazón capaz de empatizar con el sufrimiento.

El ministerio no se puede limitar a la celebración de los sacramentos. Debe ir más allá y convertirse en una celebración de la vida. Las personas asisten a las iglesias todas las semanas buscando algo más que un profesional del púlpito; en realidad buscan a alguien a quién le puedan importar. Una persona que no le valore por la cantidad de dinero que deposita en el ofrendero; sino por el hecho de ser un humano, una oveja; muy probablemente herida.

Las personas necesitan a alguien que por trivial que sea el problema que tienen, se interese en escucharles y darles una palabra de ánimo. Me impresiona la imagen de Jesús atendiendo a los niños, sus discípulos no entendían lo importante que son las personas. Jesús se entregó para ministrar a la viuda que perdió a su único hijo, la suegra de Pedro que estaba enferma, darle de comer a la gente, sanar a un paralítico, darle vista a un ciego, comer con un publicano, atender a los niños, soportar la inmadurez de sus discípulos. Todo esto requirió entrega.

Los ministros de esta época estamos tan ocupados en navegar por el ciber espacio, perseguir nuestros propios sueños, visitar los centros comerciales, ir al cine u otras banalidades, que no tenemos; ni tiempo, ni interés en atender a las personas que decimos ministrar como ellos se lo merecen. Si alguien quiere hablar con el Siervo de Dios debe solicitar audiencia con una semana de anticipación, y después de indagar acerca de las aportaciones que el solicitante hace a la iglesia, se le otorga la cantidad de tiempo e interés de manera directamente proporcional.

Los ministros de Cristo hemos sido llamados a una verdadera negación, a autohumillarnos y a entregarnos por todas las personas de nuestra comunidad. Somos llamados para dejar de hablar del amor de Dios y comenzarlo a demostrar en nuestras acciones ministeriales.

Creo que el ministerio cristiano debe ser más creativo, debe ver más allá de la costumbre, debe permanecer en constante renovación, pues no se trata solamente de cumplir con una agenda, sino de llevar esperanza, de oxigenar la práctica cristiana, de llevar los sacramentos más allá del mecánico ritual.

Debemos aprender a escuchar la voz del Señor, en las distintas maneras que el nos habla, no hay nada más excitante que disfrutar lo que hacemos para Dios en nuestras comunidades, nada se compara a la satisfacción que proporciona ver vidas cambiadas, familias restauradas y comunidades transformadas por la vida de Dios.

Necesitamos ampliar la visión del ministerio, no lo podemos limitar a las instalaciones de la iglesia, el ministerio es algo más que un contrato, es una alianza; Dios esta buscando las personas para que vuelvan a la alianza. Esto nos lleva a una labor que va más allá la el profesionalismo con el que algunas veces se ve el ministerio.

Y aunque gracias a Dios el ministerio se esta profesionalizando, la labor pastoral trasciende más allá de cualquier profesión. Esta no es una profesión más, nosotros no tenemos ni horario de entrada ni de salida, nos encontramos en emergencia veinticuatro horas al día, nuestra misión es gastarnos esta nuestra vida sirviendo a Dios, y esto lo hacemos atendiendo las necesidades de nuestras comunidades y congregaciones. Dios nos ayude para poder ser muy creativos.

La tarea pastoral demanda en gran medida la renuncia a nuestros sueños e ilusiones egoístas, y nos invita a la entrega total. Para Cristo y para Pablo la misión pastoral demanda la entrega de la vida, no una parte de nuestro tiempo; sino de la vida entera, gastarnos esta vida en algo tan trascendente es la máxima satisfacción a la que se puede aspirar como ministros de Cristo.

La pregunta es: ¿En qué te gastas tu vida?