ANTIGUA CALLE A TONACATEPEQUE, URBANIZACION LAS MARGARITAS, FRENTE A BODEGAS DE FABRICA IMSA, 300 METROS AL NORTE DE UNICENTRO SOYAPANGO, SAN SALVADOR, EL SALVADOR, CENTROAMERICA





Pastores: Tito y Delmy Escalante

Visión

"Ser una congregación de gente sana y libre que bendice a sus miembros y amigos con el Evangelio de Jesucristo en un ambiente de amor, respeto y aceptación"

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Ministerio pastoral

Desde el punto de vista ministerial, debido a que en la labor pastoral debemos realizar una muy variada cantidad de funciones; somos maestros, predicadores, pastores y oficiantes de sacramentos entre muchas otras cosas. Se hace necesario reinventar continuamente la labor que realizamos y abordar con seriedad los problemas propios del ministerio.

Y uno de los problemas que ponen en peligro nuestro oficio, es el no ser sensibles a las verdaderas necesidades de aquellos a los que decimos servir, ya que muchas veces les atendemos partiendo desde nuestra propia visión de las cosas y de la vida, lo que vuelve nuestra labor ineficaz. Por lo que considero de mucho valor la necesidad de reflexionar sobre la manera en la que realizamos nuestra labor pastoral.

Un ministerio creativo es aquel que se desarrolla en función de las verdaderas necesidades de la grey. Por lo que demanda negación y autohumillación. El ministerio creativo deber tener a la base estos dos componentes.

Negación

Algunas veces las motivaciones que hacen a una persona involucrarse en el ministerio pastoral pueden ser santas, espirituales y nobles. Sin embargo pudieran también ser ocultas, maquiavélicas y perversas, lo que llevaría al ministerio de esta persona a llegar a un destino muy diferente del trazado por Dios en el perfil que del ministerio ha definido.

La negación se hace necesaria al momento de embarcarse en la misión ministerial, porque lo que hacemos no se trata de nosotros, no es la gloria propia la que buscamos, no perseguimos sobresalir, no somos motivados por el ego a hacer las cosas que hacemos en el ministerio. Dios nos envía a cuidar sus rebaños, nuestro oficio encuentra la razón de ser en la gente a la que servimos.

Esto demanda negación y renuncia, hace necesario que nos despojemos de nuestros sueños personales y de nuestros objetivos egocéntricos, es negarnos a nosotros mismos, es vivir para Dios sirviéndole a la gente, interesándonos genuinamente por sus necesidades, sus frustraciones, sus pesadillas y sus sufrientes realidades.

No se trata de demostrar que tanto sabemos; sino cómo, lo que sabemos puede mejorar su calidad de vida. No debemos usar nuestras posiciones para utilizar a la gente como plataforma que catapulta y lanza al estrellato. Son ellos la razón de nuestros ministerios, son ellos los actores principales, nuestro papel es estar detrás de los telones asegurándonos de su éxito.

Es trágico cuando nuestra enseñanza no libera, sino que oprime, cuando todo lo que deseamos es hacer ver ignorante al que ocupa la función de estudiante, es lamentable caer en tanta arrogancia de cerrarnos a la posibilidad de intercambiar experiencias con nuestra gente y aprender de la sabiduría de los ancianos, de la sencillez de los niños, del silencio de la creación.

Es necesario que los que llevamos el nombre de ministros hagamos un acto continuo de negación, de renuncia urgente a la tendencia megalomaniaca vigente en nuestros púlpitos hoy en día. Debemos negarnos a la creencia que el éxito ministerial se mide por la cantidad de dinero que obtenemos de nuestro ministerio, la cantidad de personas que se agolpan a escucharnos, la residencial donde vivimos y la marca del auto que conducimos.

El éxito del ministerio pastoral debe medirse por la mejoría de la calidad de vida que han logrado alcanzar sus ovejas, por la felicidad y la realización que experimentan sus congregaciones, por el grado en que el pastor se da por los suyos, por la entrega y por la vida que esta compartiendo con los corderitos del Señor.

Autohumillación

El mayor ejemplo de autohumillación lo encontramos en el Príncipe de los pastores, no hay ministerio sino estamos dispuestos a descender a mismo nivel de la personas a la que pretendemos servirle. No podemos pretender servir si esperamos ser vistos hacia arriba.

En cuanto a la prédica, nos suele suceder que elegimos temas que para nosotros son de mucho valor teológico o filosófico, pero que para el oyente común que ocupa nuestras bancas o sillas cada domingo no tiene ninguna utilidad.

Debemos decender y abordar los temas que para ellos son importantes, pertinentes y necesarios. Si deseamos ayudar al caminante en su transitar por este mundo, no lo podemos hacer desde la comodidad de nuestro automóvil con aire acondicionado; debemos bajarnos y caminar empolvándonos los pies con la gente.

La autohumillación debe manifestar en el intercambio de vida, reconocer que no estamos sirviendo solamente para dar, reconocer que siempre mientras damos; somos nosotros los que más recibirnos, que el ministerio no es una demostración de grandeza; sino un dar y recibir. Que cuando creíamos que íbamos a enseñar, salimos aprendiendo.

miércoles, 20 de octubre de 2010

El evangelio según San Yo

Cuando hablamos de Evangelio cualquiera pensaría que el significado de la palabra es la misma sin importar donde se utilice. Sin embargo es necesario reconocer que aunque la palabra esta íntimamente relacionada con la Buena Nueva, no siempre esta buena nueva es la misma.

euaggelion es un término de uso común en el mundo griego, y generalmente estaba relacionado con el anuncio del rumbo que una batalla estaba tomando durante una guerra, principalmente si esta batalla se estaba ganando, el euaggelion es el anuncio gozoso de buenas noticias, noticias de victoria. Es el anuncio de que las cosas están mejorando, es un anuncio de esperanza.

En el caso del cristianismo al adoptar el uso del euaggelion como base de la predicación. Se convierte en el anuncio de la llega de buenas noticias de gran gozo, es el anuncio de esperanza y que las cosas comienzan a mejorar. En este sentido el evangelio tiene como transfondo un reino que proclama mejoras, un reino que anuncia victorias, un reino que declara esperanza.

En este sentido deseo plantear que hay diferencias muy marcadas entre los anuncios de los diferentes proclamadores, no es lo mismo el euaggelion de Jesucristo que el de Pablo, Pedro, Santiago o Juan. Aunque en el esfuerzo por defender la unidad del mensaje bíblico se ha planteado al evangelio como uno solo, las diferencias en cuanto a los énfasis e interpretaciones de los hechos son evidentes.

El evangelio de Jesucristo

Cuando analizamos la predicación de nuestro Señor Jesucristo, registrada por los cuatro evangelios, es fácil percibir el centro del mensaje. Jesús esta anunciando El Reino de Dios, su proclama tiene que ver con la llegada de una nueva época. Es la llegada del gobierno de Dios y con el la restauración de todas las cosas. Jesús no habla en nombre propio; sino en el Nombre del que lo envió. Su euaggelion es acerca del Reino.

El evangelio de Pablo

La predicación del apóstol Pablo, no es el anuncio de la llegada del Reino de Dios. Más bien su anuncio es directamente de la persona de Jesucristo, no le interesan las parábolas del Reino, sino que sus oyentes comprendan la misión de Jesucristo, su obra redentora y los efectos que el sacrificio de Jesús tiene en la vida humana. Su euaggelion es acerca de Cristo

El evangelio según san Yo

Hoy día al igual que en los tiempos del Nuevo Testamento, nos encontramos frente a la realidad del anuncio del euaggelion, sin embargo es interesante notar las marcadas diferencias existentes en las tesis sostenidas por los diferentes expositores. Aunque todos hablan en nombre de Cristo, parece ser que los “cristos” a los que se refieren los predicadores mediáticos son “cristos” totalmente diferentes. El “cristo” de algunos, ama a los pobres y aborrece a los ricos. Mientras el “cristo” de otros predicadores, ama a los ricos y señala a los pobres como malditos.

Será acaso que en los pulpitos se esta anunciando un evangelio diferente como bien lo señalaba Pablo en Gálatas 1:6-9. Será acaso que cada predicador ha creado un Cristo a la medida y conveniencia de sus aspiraciones mezquinas, egocéntricas, megalomaniáticas y utilitarias.

Al parecer lo de moda es crear nuestro propio evangelio, un evangelio donde Dios es vendido como milagrero, como capitalista, como comunista o como luchador social, entre otras cosas. Esta nueva versión del evangelio es totalmente antropocéntrica, humanista, motivacional, terrenal, egoísta y hasta cómplice de los pecados (perdón; errores) humanos. ¿Será este el evangelio según San Yo? Nuestra propia versión, acomodada y adecuada a nuestra conveniencia. Si eres predicador ¿Cuál es el evangelio que tú predicas?

martes, 7 de septiembre de 2010

Jesús el profeta

El ministerio profético surge de manera no institucional, a diferencia de los sacerdotes que recibían el nombramiento de parte de la institución sacerdotal. Es decir que a los profetas nadie los nombraba, simplemente surgían por la orden directa del Señor, casi nunca provenían de ninguna familia sacerdotal, no tenían que llenar prerrequisitos familiares. Sencillamente la voz del Señor venía a ellos y no podían callar.
Frente a la decadencia de la labor sacerdotal, Dios levanta una nueva voz; que no ha vendido su alma al soborno y los lujos. Es una voz cuyo sonido penetra los intestinos de quienes la escuchan; hay algo en esta persona, que hace que se le ame o se le aborrezca al punto de buscar su muerte. No tiene compromisos con nadie ecepto el Señor, rompe con los paradigmas del formalismo religioso, al grado de hacer representaciones que pueden lindar con lo grotesco, lo incomprensible y lo irracional. Todo esto con tal de transmitir el sagrado mensaje del Eterno.
Cuando hablamos de Jesús como profeta en primer lugar debemos saber que no tiene compromisos con nadie, en segundo lugar, que la hipocresía de la clase sacerdotal ha de sentirse incomoda con esta nueva voz profética. Su labor no se desarrollará en el Templo, por el contrario su profetismo tendrá lugar entre aquellos que no son aceptos en el Templo. Es el profeta de Dios que viene por las ovejas extraviadas, por la oveja número cien; que muy probablemente sea la oveja negra, la despreciada, la marginada, la que no tenía atractivo alguno, la que no tenía nada que pudiese trasquilarse.
Jesús es el Verbo de Dios, él es la Voz de Dios, es la Palabra de Dios encarnada, su naturaleza es materializar la voluntad de YHWH. No viene a ser servido, sino a llevar su servicio al máximo; es el profeta de los pobres, de los enfermos, de los atormentados, de los huérfanos y las viudas, de los irrelevantes, los olvidados. De todos aquellos a quienes nadie les quiere servir. A estos viene a visitar el profeta Jesús, para traerles la voz del Señor, la voz de esperanza.
Para los desposeídos el profeta Jesús es el rocío refrescante que desciende en el momento de mayor calor y sed. Es el profeta que trae la palabra de Dios que no vuelve vacía. Es la Palabra en persona, es voz de Dios en medio de los hombres.
Ni la Mishná, ni el Talmud con todas sus notas explicatorias e interpretaciones autenticas, había logrado traer esperanza y la tan anhelada comunión con el Eterno a esta capa de la sociedad hebrea, ni la religión judía institucionalizada con todos sus ritos y leyes habían traído liberación a este sufrido pueblo. El sacerdocio y los Saduceos se habían vendido a Roma, el Templo era un mercado de la fe donde se ofrecían sacrificios sin corazón ni sentimiento. Los fariseos cayeron en el extremismo ritual y los Esenios se divorciaron del mundo real.
Sin embargo el pueblo “común” sigue como ovejas sin un pastor que le cuide, le alimente y le cure sus heridas. Es frente a esta realidad que se escucha una voz de esperanza, una voz que trae nuevos valores, que viene a poner en orden las cosas, es la voz de Dios que surge de una pequeña población que no tiene mayor valor ni religioso, ni mucho menos económico. Es el hombre Jesús que trae la interpretación autentica del espíritu de la Palabra de YHWH, y con la fórmula “oíste que fue dicho ……… más yo os digo” Jesús hace accesible a los indoctos la Palabra del Señor.
Es el profeta de los pobres; pero también de los ricos, los publicanos, los pecadores, los niños, las mujeres, los leprosos y los ladrones. Esto rompe con los paradigmas religiosos, es un profeta que no busaca la fama, no le interesa la cantidad de la multitud de sus seguidores, no busca favores personales. No duerme entre las sedosas sábanas de las habitaciones del Templo, no tiene sirvientes; más bien tiene multitudes a las que debe servirles, enfermos que necesitan salud, desesperanzados que necesitan una razón para vivir. Es el profeta que camina entre el pueblo.
La pregunta es ¿habrá alguien que desee identificarse con el profeta Jesús? Y más aún ¿Serán seguidores de Jesús los religiosos de esta época? Y por último ¿Buscaremos el favor de Dios o el de los hombres los predicadores de este tiempo?

jueves, 29 de julio de 2010

ADORACION

LA VERDADERA ADORACION
Isaías es un profeta pre exilico, perteneciente a la clase alta con mucha riqueza material y cultural, que nace en Jerusálen, por lo que estando cerca del Templo y teniendo acceso inmediato a observar las celebraciones de las fiestas solemnes que se realizaban en el Templo, es llamado por Dios a ejercer el oficio profético.
Para comprender el mensaje de Isaías se hace necesario en primer lugar asimilar la realidad espiritual de la clase sacerdotal, y en segundo lugar identificar la labor profética como una respuesta a la pérdida de la credibilidad en la que había caído la representación sacerdotal. En tercer lugar es necesario reconocer que una liturgía oficiada por ministros desautorizados ética, moral y espiritualmente, dejarán como resultado la pérdida de valor de cualquier expresión cúltica que realicen.
Isaías 1:10-20 contiene al inicio del registro profetico una interesante lista de acusaciones, que van desde una comparación con dos ciudades emblematicas de la perversión, la corrupción y la inmoralidad, hasta la reprobación del culto sincero pero cargado de injusticia. Los primeros versículos del capitulo uno describen la realidad espiritual del pueblo de Dios. Son comparados con enfermos llenos de llagas supurantes, aunque en el área económica habían logrado prosperar.
Las mujeres de Jerusalén tenían buena ropa, buena comida, exquisitas joyas y delicioso perfumes. Surge entonces una interrogante ¿Será acaso que cuando se desvanecen las necesidades materiales, tambien se desmejora la calidad del servicio a Dios? Lamentablemente cuando las personas y los líderes religiosos están en bonanza material son incapaces de empatizar con la realidad y la necesidad de las grandes mayoría atrapadas en la pobresa, la misería y el desprecio.
El profeta Isaías es encomendedo por Dios para descubrir el corazón de su pueblo, que al parecer se encontraba satisfecho con la cantidad y calidad de los sacrificios y la celebración de las más importantes fiestas del calendario liturgico hebreo.
El problema es que se había abierto un brecha que cada vez se ampliaba más entre los ricos y los pobres, entre los que tenían mucho los que no tenían nada, se había perdido el concepto de misericordia, la justicia se había vendido y el derecho estaba secuestrado en manos de los poderosos. Es necesario entender que en lo que atañe a lo espiritual se necesita que se tenga corazón, necesita ser acompañado con acciones justas, no solamente se trata de cumplir, no solamente se trata de llevar sacrificio, es algo más que participar en los cultos al Señor.
El cristiano de esta época corre el peligro de creer que los más iimportante es asistir a la congregación, dar ofrenda, pagar diezmos y servir. Sin importar la calidad de vida ética y moral de los participantes; es decir que cualquier persona puede estar explotando a sus empleados, aprovechandose del débil, dejándo literalmente desnudos y en la calle a los pobres. Y aun asi, pretender que Dios reciibe sus ofrendas, diezmos y servicio.
Según el profeta Isaías Dios no acepta este tipo de “culto”, sino que lo reprueba al grado de aborrecerlo. Todo lo que se había establecido el Levitico como parte del culto agradable al Señor, ahora es aborrecido por él, es decir que no basta con cumplir, es necesario que el cumplimiento del servicio al Señor vaya acompañado de una vida justa. El llamado es al arrepentimiento, a volver al Señor para tener algo más que riquezas materiales, a volver al favor y la comunión con el Eterno
Vivimos un época, donde lo más importante es la asistencia a los cultos y no la consistencia de la vida cotidiana, lo más importante es la ofrenda y el diezmos y no la justicia y la misericordia, donde lo más importante es el servicio aunque las manos estén cargadas de homicidios, violencia, robos, inmoralidad sexual, irrespeto al derecho e injusticia.
Lamentablemente vivimos una época en donde lo más importante es el “show” en las iglesias y en donde al igual que en los tiempos de Isaías, las personas desean tener pastores que se identifiquen con los sacerdotes y no con los profetas.
La verdadera adoración es el resultado de una vida piadosa, justa, solidaria, cooperativa, caracterizada por el amor y el respeto al prójimo. En otras palabra “manos limpias y corazón puro”. Sin esto lo que queda es solamente ruido sin sentido ni significado.

sábado, 24 de julio de 2010

SALUDO CARIÑOSO

Para todas y todos los miembros del TCB, y los hermanos y hermanas que en Estados Unidos nos visitan y no se olvidan de su congregación que les ama. Además agradecer a los que nos visitan de latinoamerica, muchas bendiciones para ustedes. Y finalmente deseo agradecer a los que dejan sus comentarios. Dios les bendiga

jueves, 22 de julio de 2010

¿SERÁN EKKLESÍA LAS IGLESIAS?

Vivimos una época en la que a cualquier grupo de personas que toman como pretexto el Nombre de Dios se le llama iglesia. Sin importar las motivaciones que se encuentren tras el origen de dicha organización. Es frecuente que grupos de personas que se encuentren incomodas en una congregación, decidan levantarse contra la autoridad del pastor y promover una división iniciando de esta manera una nueva “iglesia”.
En todas las direcciones que tomemos, fácilmente podemos encontrar una iglesia a la medida de nuestra arrogancia, algunas fundadas con una buena estrategia mercadológica y otras sin ningún recurso ni idea hacia donde se dirigen, en fin “de todo hay en la viña del Señor”
Un poco de historia a nadie perjudica, y con respecto al origen de la palabra iglesia, debemos reconocer su origen común. La ekklesía era la principal asamblea de la democracia ateniense en la Antigua Grecia. Fue instaurada por Solón en el 594 a. C.,
Es decir que en los tiempos de Cristo era el vocablo de uso común para referirse a una reunión donde se dilucidarían asuntos de interés popular. No tenía para nada una connotación religiosa. Sin embargo, Cristo uso el término para referirse a la congregación que se reunía en su Nombre.
Si somos justos, y a cualquier reunión se le puede denominar iglesia. Entonces estos grupos que se reúnen e inician movimientos inspirados en sus propios sueños, por rebelión, por poder o por ganancia deshonesta, no tienen ningún problema si usan la etiqueta de iglesia. Entendida esta como una asamblea cualquiera.
Es muy lamentable, pero cuando una persona pierde el respeto por el pastor de su congregación, llega a creer que esto le autoriza para irrespetarlo y no sujetarse a su autoridad. Adoptando una actitud de critica frente a todo lo que sucede en la congregación, esparciendo un peligroso veneno entre aquellos que son sus allegados. Esto al final casi siempre culmina con una división, en la que una nueva congregación se inicia, teniendo como primeras ovejas a personas que no pudieron aceptar con humildad el pastoreo de una ser humano establecido por Dios.
Generalmente a una congregación que se inicia como una división, le acompaña un destino caracterizado por futuras divisiones. Al menos que la separación haya sido justa delante del que escudriña los corazones. Sin embargo cuando una persona es encomendada por Dios a la predicación del Evangelio, debe procurar alcanzar a los no alcanzados, predicar donde nadie haya predicado.
Lo común hoy en día son las congregaciones que se encargan de reciclar cristianos inconformes, resentidos, arrogantes o en una vida separada de la ética y la moral cristiana. Cada quien busca una iglesia a su medida y si no la encuentran; que es lo más probable, entonces fundan su propia “iglesia”.
Esto nos conduce a recordar la redundante interrogante ¿Serán Ekklesía las Iglesias? Entendiendo iglesia como el auténtico cuerpo de Cristo; por quien él murió. ¿Será propio llamar a cualquier asamblea Iglesia? Y aún más ¿Qué será lo distintivo de una congregación que se ha convertido en iglesia? ¿Será iglesia de Cristo el lugar donde te congregas?
Definitivamente estas interrogantes deben abordarse con la debida seriedad, porque no depende del número de asistentes, ni de los equipos que posea, mucho menos de la elocuencia del líder. Una congregación necesita algo más que esto para llegar a convertirse en Iglesia. Todas estas cosas pueden lograrse en la fuerza de la carne, pero eso no garantiza que dicha reunión cuente necesariamente con la marca de autenticidad.
Es sumamente importante revisar las motivaciones reales que hay detrás de un esfuerzo por fundar una congregación. Si las motivaciones son santas indudablemente Dios está ahí, si las motivaciones han surgido de corazones enfermos y deseos megalomaníacos; Dios no estará ahí.
Lo que hace que una asamblea se convierta en Iglesia es que el Nombre de Dios esté en ese lugar, que la presencia real de Dios se manifieste; sin trucos ambientales ni manipulaciones psicológicas. La iglesia es esa reunión sencilla y humilde que cuenta con la experiencia permanente de disfrutar su fe, seguros que donde están dos o tres en su Nombre, ahí está Cristo. No depende del número de asistentes, no depende del edificio, no depende de la música. Todo depende de la salud emocional y espiritual de los congregados, y las verdaderas motivaciones que les mueven a reunirse.
Para concluir es necesario reconocer que en todas partes hay autenticas iglesias de Cristo; como también verdaderos pastores del rebaño del Señor.
¿Serán iglesia todas las iglesias? Juzgue usted

martes, 20 de julio de 2010

¿SON RELIGIOSOS LOS CRISTIANOS?

La religión es una de las expresiones culturales de todas las etnias en el mundo entero, algunas veces es definida por su liturgia, su organización, sus lugares sagrados y sus sacrificios.
El cristianismo, es considerado una religión, y al igual que la mayoría de las otras expresiones religiosas, posee algunos de los rasgos característicos de las religiones organizadas, tales como una clase sacerdotal, templos, organización y ofrendas.
Frente a esto surge una inevitable interrogante ¿Es realmente el cristianismo una religión? O ¿Será que es una manera diferente de definir una religión?
No ha sido fácil definir lo que realmente significa la palabra religión, cada persona ha asignado un valor de acuerdo a su concepción o conveniencia a este término. Incluso etimológicamente se vuelve difícil siendo fieles a la verdad definir su significado.
Sin embargo su uso es de dominio popular, y esta íntimamente ligado al quehacer espiritual, se define religioso a una persona que participa con devoción de cualquier expresión de fe.
Para Santiago en 1:27, donde generalmente se traduce la religión, el vocablo griego que se utiliza es θρησκεíα. Y no necesariamente debe traducirse como religión, probablemente la mejor traducción sea “culto”, hablando de la piedad y devoción que debe acompañar a una practica espiritual.
En este sentido cuando hablamos del cristianismo como una θρησκεíα, tenemos que reconocer que es una práctica cúltica, que es una expresión de adoración, que es una manifestación de fe.
Lamentablemente la concepción religiosa del culto se limita a los quehaceres dentro de los lugares sagrados, es decir que al parecer todo se limita a las cosas que se hacen como parte de la liturgia propia de cada culto. Sin que se espere que este culto acompañe al practicante en el resto de sus actividades cotidianas.
Esto nos conduce a revisar la interpretación que Santiago hace de lo que dentro del cristianismo debe entenderse como el culto a Dios. Es interesante observar cómo Santiago hace de la practica religiosa algo que va más allá de las instalaciones de los lugares sagrados y lo traslada hacía la relación que los practicantes del culto tienen con los débiles, los marginados y los desfavorecidos.
No cuesta mucho asistir cada domingo a una congregación y levantar las manos, llorar, reírse y si al caso colocar algo en el deposito de las ofrendas. Con estas acciones ya le cumplimos a la religión común, ya acallamos la voz nuestra conciencia, y ahora podemos volver al mundo real a continuar con nuestra vida, nuestros negocios y la consecución de nuestros egoístas sueños.
Frente a la pregunta si el cristianismo es una nueva propuesta de religión, la respuesta de Santiago rompe con los paradigmas de la época, Santiago habla de la religión pura e intachable, que no deja lugar a dudas de la autenticidad de la practica de fe y de la espiritualidad del profesante.
Esta propuesta posee elementos que no tienen mucho que ver con las expresiones cúlticas colectivas donde el religioso se oculta en el anonimato que propicia la multitud. Santiago sin lugar a dudas nos conduce a ir más allá de las apariencias, nos invita a llevarnos nuestra espiritualidad a las comunidades, colonias y residencias donde vivimos.
Es decir que el culto a Dios en los lugares sagrados carece de valor sino va acompañado de un estilo de vida caracterizado por una profunda sensibilidad frente a sufrimiento humano. No tiene sentido levantar las manos hacia Dios y cerrarlas hacia el prójimo.
Como decía una frase publicitaria “tu lástima no ayuda, tu donación si”, la iglesia cristiana habla del amor al prójimo pero difícilmente demuestra ese amor abriendo las manos para ayudar sin esperar nada a cambio. Generalmente las congregaciones están enfocadas en satisfacer sus propias necesidades que no creen poder ayudar a los necesitados de sus comunidades. Parece que lo más importante es construir suntuosos templos, equiparlos con lo último en tecnología y llenarlos de las más cómodas sillas, como monumentos a la vigente megalomanía entre los líderes religiosos y el culto ya no a Dios sino a la marca de la organización eclesial.
¿Será el culto que toma como pretexto el Nombre Dios cada domingo, un culto a Dios? ¿Será cristiana la práctica religiosa que se realiza en los templos cristianos? ¿Esta Dios realmente complacido con la manera en la que viven su fe aquellos que dicen ser sus adoradores?
¿Llevarán a sus comunidades su espiritualidad los que tanto anhelan participar en las actividades de plataforma en las iglesias? ¿De que manera estás demostrando el amor de Dios con aquellos que te necesitan?
No podemos tener una dualidad de vida, debemos demostrar en nuestra vida cotidiana lo que decimos ser en los templos, es tiempo de trasladar la vivencia cristiana a las calles de nuestras ciudades, hemos caído en el mal de decir pero no hacer, hablar pero no actuar.
En conclusión hay que reconocer que frente a la interrogante ¿Son religiosos los cristianos? A partir de la propuesta de Santiago, la respuesta es que los “cristianos” de la presente era no son religiosos. El culto que se dedica a Dios recibe su valor en la medida que demostramos esa devoción sirviendo al necesitado

jueves, 27 de mayo de 2010

UNA APLICACIÓN DEL MENSAJE DE AMÓS
A LA IGLESIA CRISTIANA EVANGELICA LATINOAMERICANA
DEL SIGLO XXI
CAP. 4:4-5; 5:4-15; 21-24
Pastor Tito Escalante

1. La preponderancia del culto congregacional
La iglesia cristiana evangélica en América latina ha experimentado en los últimos años, un sobre énfasis en lo relacionado con la práctica del culto congregacional, al grado de medir la espiritualidad de los feligreses a partir de su asistencia a las reuniones programadas en cada congregación. Pareciera ser que Dios todo lo que pide es que cumplamos con el culto, y que todas las demás cosas pasan a un segundo lugar.

Y dentro de lo que le asigna mayor valor a la práctica cultica, el factor financiero adquiere una posición de suma relevancia, es decir que pagando los diezmos y dando generosas aportaciones financieras Dios estará agradado, independientemente de la vida moral y ética del practicante del culto.

El resultado de esta propuesta “cristiana evangélica” en América latina, ha resultado en una pobre influencia real en la sociedad. En El Salvador, las últimas estadísticas afirman que el 38.2% de la población, es cristiana evangélica. Sin embargo, los municipios con mayor índice poblacional y dónde curiosamente se ubican la mayor cantidad de congregaciones cristianas evangélicas y algunas “mega iglesias”, siguen siendo los municipios que encabezan los índices de violencia e inseguridad. Surgiendo la interrogante: si en cada cuadra y pasaje hay una congregación cristiana evangélica ¿Cuál es la influencia que esta tiene en la comunidad?

Parece ser que lo más importante es asistir al culto, cumplir con el requerimiento religioso, hacer acto de presencia, entregar “la parte que le corresponde al Señor” (10%) dar ofrenda, servir en algún área, y volver luego al mundo real.

Por el valor que se le ha asignado al culto, éste ha sido comercializado, al grado que las personas, creen que no importa la ética con la que conducen sus vidas; que no importa los valores morales que practican, lo más importante es depositar algo en el ofrendero.

Pareciera ser que cuando Amós escribió sus oráculos, tenía en mente a la iglesia cristiana de esta época, una iglesia insensible a la voz del Señor, una iglesia que realiza sus compromisos religiosos carentes de espíritu, de sentimiento y de corazón. La bonanza que promueve la mal llamada teología de la prosperidad, hace ver el cultivo con una mentalidad utilitaria. Las personas asisten a sus congregaciones con una motivación económica.

Hoy día tenemos iglesias para ricos donde priva el elitismo y el estatus económico, y también iglesias para pobres. El rico asiste a adorar a “su Dios”, y si el pobre le acompaña, parece ser que el Dios del rico, no es el mismo Dios del pobre. Pues aún en la congregación el pobre está condenado a la marginación, al maltrato y al menosprecio. No es que sea pecado tener posesiones materiales, el pecado es confiar en ellas y caer en la arrogancia de creernos superiores a las demás personas. Este era el problema de Israel en los tiempos de Amós. Se había pervertido la justicia y el derecho, se explotaba al pobre, se le embargaban sus posesiones vitales. En los juicios, la balanza de la justicia se inclinaba a favor de los poderosos en perjuicio de los débiles.

Sin embargo nunca se faltaba a los sitios que desde Jeroboam I se habían convertido en lugares de culto, principalmente Betel. Siempre se llevaba una ofrenda y se pagaban los diezmos, aun y cuando las manos de los oferentes estaban manchadas de injusticias y robos.


2. Dualidad de vida
La idea de lo sacro y lo profano había aparentemente permeado la mentalidad de los israelitas. De tal suerte que en la conciencia de los hijos de Israel no había ninguna relación entre las prácticas éticas y morales de la vida diaria y las actividades relacionadas del culto y la vida religiosa.

Surge de nuevo la interrogante ¿Cuál será la razón de la inefectividad de la iglesia cristiana evangélica en la sociedad salvadoreña? ¿Será acaso que la espiritualidad que vivimos se limita a las paredes de la iglesia? ¿será acaso que los cristianos evangélicos somos una cosa en la iglesia y otra totalmente diferente cuando salimos de ella?. Somos santos en la plataforma al desempeñar nuestros privilegios; pero nos convertimos en otra persona totalmente diferente cuando salimos de la vista de los hermanos y los líderes de la congregación.

La iglesia cristiana evangélica ha desconocido el valor de la justicia en la práctica religiosa. No es solamente justicia social, es interrelación, es lealtad a mi comunidad, es hacer más de lo que se espera. Es la vida justa la que le otorga valor a la práctica cultica, el corazón de los ritos se encuentra en la práctica de la justicia, el cumplimiento de los elementos culticos carece de valor cuando estamos practicando el pecado.

Dios aborrece las ofrendas que no tiene a la base una vida santa, justa y piadosa, Dios detesta el culto que se le ofrece con manos cargadas de robo, injustica y explotación. Para Dios lo que le da valor al culto es la actitud y la aptitud de los adoradores, se trata de ofrecer el corazón en el culto al Eterno y para esto debemos ser encontrados aptos y calificados. Es el limpio de manos y puro de corazón que ofrecerá un culto que sea olor grato delante de su presencia.

No son las multitudes las que impresionan a Dios, ni la cantidad de ceros que lleve la ofrenda. Es más bien una vida justa, piadosa y santa lo que hace que Dios acepte la ofrenda. Y esta vida justa, piadosa y santa se ve revelada en la manera que los adoradores se relacionan con las personas de su comunidad, con los miembros de su familia, con sus empleados, con las personas que trafica. Esta vida justa se manifiesta en la manera que se relaciona con los desposeídos, los marginados, los débiles, los menos afortunados.

Si la ofrenda que se ofrece al Señor, es dinero producto del usufructo ilegal, la explotación, el robo, la usura, la trampa, la corrupción, la expropiación, la prostitución, el narco tráfico, la trata de personas; no podemos creer que el Señor se complacerá con dicha ofrenda. Por el contrario, esto es abominación a YHWH.

La ironía del capítulo 4:4-5 de Amós, nos ilustra la realidad actual de la iglesia cristiana evangélica, donde de manera simultánea las personas asisten a sus congregaciones, pero estando ahí traman injusticias, infidelidades, y maldad contra el prójimo. Pretendiendo que Dios estará satisfecho con la práctica cultica, con los cánticos, las ofrendas y los diezmos.


3. Los peligros de la prosperidad económica
Israel disfrutaba de un tiempo de bonanza económica debido a las minas de cobre y la industria textil. Esto había hecho surgir una sociedad que disfrutaba de buena vida. Estaban gordos, tenían buenas casas, poseían todo lo que un día soñaron. Pero de manera contraria, los pobres eran más pobres y eran utilizados por algunos ricos para aumentar sus tesoros, principalmente los pequeños productores.

El problema es que cuando disminuyen las necesidades, el corazón de las personas es probado. Cuando las riquezas aumentan, surge el verdadero ego, y se desarrolla de manera magnificada el egocentrismo. Aun y cuando se conservan algunos ideales religiosos, las personas no se alejan de la iglesia, pero sí de Dios. No dejan de llevar sus ofrendas y diezmos pero ya no llevan el corazón. Algunos llegan al grado de enviar sus aportaciones porque ya no tienen tiempo de congregarse, pues han surgido cosas de mayor importancia que ocupan su tiempo. Dios aborrece esta actitud y detesta esas ofrendas y diezmos.

Frente a la invitación del Señor “buscadme y viviréis”, se debe entender que no le invita a volver al templo de Jerusalén y a abandonar los altares del norte, carentes de reconocimiento por la inclinación a adorar becerros en sus cultos. La invitación es a abandonar la injusticia, el robo la violación del derecho, la explotación y el pecado en general. Esta invitación es a volver al camino de santidad, es volver a la observancia de la ley que se desprende los pactos con Abraham, Isaac y Jacob.

No basta con asistir a una congregación todos los días, si nuestra forma de vivir esta deshonrando a Dios. No basta con pegarle un sticker de la iglesia al vehículo, si este ha de ser utilizado para el adulterio. No es suficiente con decir que somos cristianos, si no le extendemos la mano al que sufre, si nos aprovechamos del débil e indefenso. Nuestra práctica cristiana sería desagradable ante los ojos de Dios.

Es interesante, pero el poder económico muchas veces deja sentir su fuerza en las congregaciones, haciendo ver al pastor como un empleado de ellos y condicionando los sermones que se predican. Es triste pero algunas veces las vacas de Basán han logrado comprar la prédica, y mensajes como el de Amós, no se pueden predicar, pues se pueden ofender los becerros de oro y castigarnos retirando sus aportaciones. Pareciera que hay una complicidad entre los injustos que adoran y los sacerdotes del templo. Tanto al opresor como a su pastor que ha vendido su sermón los aborrece YHWH.

La Iglesia debe vivir la justicia y predicar contra la injusticia. No podemos vender nuestros sermones al mejor postor, olvidando el llamamiento que hemos recibido a profetizar, a levantar la voz por el mudo, a ser luz en las tinieblas. Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.

Los cuatro pecados que Amós denuncia: el lujo, la injusticia, el falso culto a Dios y la falsa seguridad religiosa, encuentran fácilmente sus paralelos en las congregaciones cristianas evangélicas de América latina. Iglesias que en ocasiones son manejadas como empresas personales o familiares en donde priva el interés económico.

Frente a la interrogante ¿culto o justicia?, es evidente que Dios valora el culto, pero cuando este es ofrecido por ministros y adoradores justos, que logran comprender que para Dios lo importante no es qué o cuánto le damos; sino la actitud que tenemos al ofrecer la ofrenda o el sacrificio. Y que por alguna razón esta actitud ante el Creador, se manifiesta en la manera que tratamos a sus criaturas. En primer lugar evitando aprovecharnos de sus debilidades y en segundo lugar, compartiendo con ellos las bendiciones del Eterno. Esta es un verdad sustentada por Juan en su primera epístola capitulo 4:20

“Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto”

La adoración a Dios tiene a la base el gran mandamiento, que enfatiza el amor a Dios sobre todas las cosas. Lo que el profeta Amós condena, es que en la práctica ese amor había desaparecido del pueblo Israel, y que todo lo que había quedado era una expresión meramente religiosa carente corazón. Que no era sustentada con una conducta justa suficientemente fuerte como para valorar al pobre, al desvalido, al marginado, al pobre, al extranjero.

Al parecer la iglesia cristiana evangélica de América latina, ha adoptado los mismos valores que Amós condena. Esta es una iglesia ensimismada, centrada en lo que puede obtener de los demás, y no en lo que puede ofrecerles como una demostración de justicia y amor.

miércoles, 7 de abril de 2010

En busca de la felicida IV

LA FELICIDAD ES PRODUCTO DE LA FE
I. Las creencias de las personas hacen la diferencia entre los felices y los infelices

II. Los que creen que la felicidad es producto del dinero, están condenados a sufrir mucho en esta vida. 1 Timoteo 6:17
A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
Proverbios 23:4-5
No te afanes por hacerte rico; Sé prudente, y desiste.
¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas?
Porque se harán alas Como alas de águila, y volarán al cielo.

III. Las personas felices han logrado encontrar la diferencia entre lo terrenal y lo celestial
Colosenses 3:1-2
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.

IV. Cuatro creencias que nos hacen felices
a. Creer en Dios
b. Creer en que lo terrenal es temporal
c. Creer en la resurrección y en la eternidad. Fe trascendente
d. Creer que hay recompensa para una vida receta. 1 Corintios 15:47-58

Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano.

En busca de la felicidad III

Ser Bienaventurado es ser feliz
El texto bíblico parece desconocer el concepto occidental de felicidad, sin embargo, nos proporciona un sinónimo, que posee un concepto mucho más amplio que el de felicidad

La propuesta de felicidad fuera de la voluntad de Dios
1. La felicidad proviene del consumismo, COSAS
Afán por comprar bienes indiscriminadamente, aunque no sean necesarios
Deseo de comprar, para sentir mejor
2. La felicidad proviene del materialismo, LO TERRENAL
Doctrina filosófica que consiste en admitir como única sustancia la material, negando la espiritualidad y la inmortalidad del alma humana. Da importancia primordial a los intereses materiales.
3. La felicidad proviene del hedonismo. PLACER
Doctrina ética que propone la consecución del placer como fin supremo al identificarlo con el bien
4. La felicidad proviene del narcisismo, EL CULTO AL YO, Y LA BELLEZA PERSONAL
Admiración excesiva que alguien siente por sí mismo

La propuesta bíblica de la felicidad
1. Feliz es el que no teniendo nada, de lo que tiene puede compartir
BIENAVENTURADO el que piensa en el pobre: En el día malo lo librará Jehová.
Salmo 41:1
2. Feliz aquel que cuenta con la ayuda de Dios
Bienaventurado aquel en cuya ayuda es el Dios de Jacob, Cuya esperanza es en Jehová su Dios: Salmos 146:5
3. Feliz el que no se ha enredado
BIENAVENTURADO el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Salmo 1:1
4. Feliz a quien Dios disciplina
He aquí, bienaventurado es el hombre á quien Dios castiga: Por tanto no menosprecies la corrección del Todopoderoso. Job 5.17
5. Feliz el que respeta a Dios y le obedece
BIENAVENTURADO todo aquel que teme á Jehová, Que anda en sus caminos.
Salmos 128
6. Feliz al que le han perdonado sus pecados
BIENAVENTURADO aquel cuyas iniquidades son perdonadas, y borrados sus pecados. Bienaventurado el hombre á quien no imputa Jehová la iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay superchería. Salmo 32:1-2
7. Feliz aquel que tiene a Jehová como su Dios
Bienaventurado el pueblo que tiene esto: Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová. Salmos 144:15

miércoles, 17 de marzo de 2010

En busca de la felicidad, parte II

LOS 12 CONSEJOS DE PROVERBIOS PARA LA FELICIDAD

Algunos quisiéramos ser felices, y buscamos una fórmula mágica para lograrlo, sin embargo, la felicidad, parece ser que es el resultados del desarrollo de buenos hábitos, es decir que cada ser humano vive, como ha configurado su vida. Si cambiamos nuestros hábitos, tambien nuestra realidad cambiará

Para ustedes: 12 recomendaciones del sabio Salomón, para personas que desean vivir felices.

1. Guarda tu corazón de la amargura, el odio, el rencor, la envidia y las pasiones pecaminosas
Proverbios 4:23 "Por sobre todas las cosas cuida tu corazón,
porque de él mana la vida"

2. Se fiel a tu cónyuge
Proverbios 5:15-19 "Bebe el agua de tu propio pozo,
el agua que fluye de tu propio manantial.
16 ¿Habrán de derramarse tus fuentes por las calles
y tus corrientes de aguas por las plazas públicas?
17 Son tuyas, solamente tuyas,
y no para que las compartas con extraños.
18 ¡Bendita sea tu fuente!
¡Goza con la esposa de tu juventud!
19 Es una gacela amorosa,
es una cervatilla encantadora.
¡Que sus pechos te satisfagan siempre!
¡Que su amor te cautive todo el tiempo!"

3. Se justo en tus relaciones con los demás
Proverbios 10:24 "Lo que el malvado teme, eso le ocurre;
lo que el justo desea, eso recibe"; Proverios 11:8 "El justo se salva de la calamidad,
pero la desgracia le sobreviene al malvado"

4: Trabaja y se diligente
Proverbios 12:11 "El que labra su tierra tendrá abundante comida,
pero el que sueña despierto es un imprudente.proverbios 11:27 "El perezoso no atrapa presa,
pero el diligente ya posee una gran riqueza"Proverbios 22:29 "¿Has visto a alguien
diligente en su trabajo? Se codeará con reyes, y nunca será un Don Nadie"

5. Selecciona tus amigos
Proverbios13:20 "El que con sabios anda, sabio se vuelve;
el que con necios se junta, saldrá mal parado"

6. Piensa antes de hablar
Proverbios 15:28 "El corazón del justo medita sus respuestas,
pero la boca del malvado rebosa de maldad"

7. No comiences pleitos
Proverbios 17:14 "Iniciar una pelea es romper una represa;
vale más retirarse que comenzarla"

8. Habla cosas buenas y positivas
Proverbios 18:20 "Cada uno se llena con lo que dice
y se sacia con lo que habla"

9. Enseñe buenos hábitos a sus hijos y disciplinelos
Proverbios 22:6 "Instruye al niño en el camino correcto,
y aun en su vejez no lo abandonará" Proverbios 23:13 "No dejes de disciplinar al joven,
que de unos cuantos azotes no se morirá"

10. Respeta la casa de tus vecinos, no los visites mucho, ni por mucho tiempo
Proverbios 25:17 "No frecuentes la casa de tu amigo;
no sea que lo fastidies y llegue a aborrecerte"

11. No te metas con los chismosos
Proverbios 26:20 "Sin leña se apaga el fuego;
sin chismes se acaba el pleito"

12. Confiesa tus pecados, pidele perdón a Dios y deja de pecar
Proverbios 28:13 "Quien encubre su pecado jamás prospera;
quien lo confiesa y lo deja, halla perdón"

Cambiemos nuestros hábitos y cambiará nuestra vida. La práctica de estos hábitos producen satisfacción, paz y seguridad, y por lo tanto la tan anhelada felicidad.

Con cariño, Tito Escalante
Pastor de Templo Cristiano Bendición

Espera la próxima semana la parte III de "En busca de la felicidad"

sábado, 13 de marzo de 2010

En busca de la felicidad, parte I

La felicidad es un ideal que ha sido perseguido por toda la humanidad, sin embargo parece ser que pocos son los que la han encontrado. Y algunos nunca han podido declararse felices.

Surge entonces la interrogante ¿Cuál es la receta para la felicidad? Alrededor de esta pregunta hay una importante serie de mitos, que van desde el romanticismo hasta el materialismo. Sin embargo aunque se han desarrollado teorias, cursos de felicidad y terapias que van desde "ir de compras" hasta "la terapia de la risa", las personas siguen limitadas a pequeñas experiencias volátiles y efimeras, que no logran producir satisfacción permanente en la vida humana.

Debido a esto hemos caído en el existencialismo, el fatalismo, el pesismismo y el sinsentido. Porque aún y con todos los avances tecnológicos, seguimos anhelando un poco de verdadera felicidad, un poco de genuina alegría; que no dependa de factores externos, pues estos están propensos a modificaciones y a cambios que escapan de nuestro control.

Hubo un hombre que tuvo literalmente todo lo que un mortal de su época pudo desear y llegar a tener, desde lujos hasta la mayor cantidad de mujeres asignada históricamente a un solo hombre, su nombre es Salomón, el hijo del rey David. En sus reflexiones finales, él afirma que el todo del hombre es disfrutar de la cosas, simples y sencillas de la vida.

El problema de los seres humanos de esta época, es que hemos extraviado precisamente eso, que para Salomón constituía la receta para la felicidad; la capacidad de disfrutar de lo simple y lo sencillo. Desde que nos volvimos complejos y sofisticados, tambien dejamos de ser felices.

Para cualquiera que desee una vida caracterizada por la felicidad, la recomendación es :volvamos a disfrutar de las cosas simples y sencillas de la vida, recordemos que el alimento es más importante que la vajilla en la que esta servido, que el cuerpo es más importante que la ropa que lo viste, que la salud es más valiosa que el oro y los diamantes, que conversar es más importante que el modelo del celular que usamos, que dormir es más valioso que el precio de la cama, que el amor no se puede comprar con dinero, y que lo que nos resta por vivir puede ser mejor que lo que hayamos vivido, que lo eterno es más precioso que lo temporal.

Parece ser; despues de todo, que Salomón tenía razón cuando afirma "Nada hay mejor para el hombre que comer y beber, y llegar a disfrutar de sus afanes. He visto que también esto proviene de Dios,25 porque ¿quién puede comer y alegrarse, si no es por Dios?" Eclesiástes 2:24-25

Es Dios quien nos capacita para disfrutar del sabor del agua, de la sonrisa de nuestros hijos, de un bello amanecer, del abrazo de un padre, del amor de nuestro cónyuge, de un viaje por el campo, de lo sonido de la creación y de esta vida que él nos ha dado.

Tu mereces más que momentos de felicidad, tu mereces una vida feliz, esta es la vida abundante que Cristo ofrece en Juan 10:10 "El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia".

Espera la próxima semana la seguna parte de cuatro, de la serie"En busca de la felicidad".

Con cariño Tito Escalante
Pastor de Templo Cristiano Bendición



jueves, 11 de marzo de 2010

Una explicación sobre el diezmo

Isaías 1:19
I. El diezmo es un asunto de pacto.
1. Jacob hizo un pacto de fidelidad y prosperidad con Dios. Génesis 28:20-22.
2. Hacer un pacto es hacer un compromiso serio. Gálatas 3:15
3. Un pacto es un compromiso adquirido por medio de una promesa. Eclesiastés 5:4
4. Dios toma bien en serio nuestras oraciones.
5. Debemos pedir perdón por los pactos quebrantados
6. Debemos renovar nuestros pactos con Dios.
II. El diezmo es una situación de obediencia.
1. Si hay algo que el enemigo ha tratado desde el inicio de la humanidad, es que todos los seres humano desobedezcamos a Dios. 1 Samuel 15:22
2. La desobediencia es parte esencial del reino del mal. (Rebeldía)
3. El cristiano tiene un pacto de obediencia con Dios, porque está en deuda, “porque por precio fuisteis comprados”. 1 Pedro 1:18-19
4. Con nada le podremos pagar, lo único que podemos hacer es obedecerle en TODO.
5. Nuestro deber y honor es obedecer la Palabra de Dios, Deuteronomio 28 nos habla de los beneficios de la obediencia y del fruto amargo de la desobediencia.
6. ¿Qué tan en serio tomamos la Palabra de Dios?
7. Tu solamente crees la parte de la Biblia que pones por obra.
8. TODA la Escritura es inspirada por Dios. 2 Timoteo 3:16
III. El diezmo revela quién está en el trono
1. El dinero lucha por llegar al trono de nuestras vidas y controlarnos.
2. El "dios dinero" demanda consagración y culto. Lucas 16:13
3. La gente hace de todo por un poco de dinero.
4. Surge el conflicto entre el amor a Dios y el amor e nuestro dinero. El dinero no es malo, lo malo es amarlo más que a nuestro Dios. 1 Timoteo 6:10
5. Nosotros no debemos ser esclavos del dinero, debemos hacer del dinero nuestro esclavo y gobernarlo.
6. Es fácil decirle a Dios que le amamos, siempre y cuando no se meta con nuestro dinero. Mateo 19:23-26
7. El diezmo tiene el propósito de ayudarnos a temer a Dios y demostrarlo de una manera práctica. Deuteronomio. 14:23
IV. El diezmo es una cuestión espiritual.
1. El diezmo no es una cuestión de ley. Génesis 14:20
2. Aunque fue incluido en la ley. Deuteronomio. 14:22
3. El practicarlo mide el nivel de fe real que tenemos en Dios.
4. El diezmo trasciende más allá de lo material y terrenal. Hebreos 7:8
V. ¿Qué es el diezmo?
1. Es el 10% de las ganancias. Es el 10% de todo lo recibido, cuando recibimos una bendición o regalo. Son 10 centavos por cada dólar recibido en concepto de salario.
2. Los diezmos se llevan al lugar donde uno se congrega.
3. Si se da otra cantidad, no es diezmo; esto se llama ofrenda y es una acción voluntaria de cada hijo de Dios.

Conclusión. Todo pertenece al Señor, así que realmente nosotros no le podemos dar, solamente le devolvemos, 1 Crónicas 29:14. ¿Qué fácil es darle al César, lo de César, pero cuan difícil resulta darle a Dios, lo de Dios?

viernes, 5 de marzo de 2010

Evangelización en la postmodernidad

La evangelización ha tenido diversas etapas, desde la simplicidad de la predicación de las Buenas Nuevas, hasta el uso de la mercadotecnia como método evangelistico.

Por lo que se hace necesario comprender el concepto de evangelización en las diversas eras de la cristiandad, y analizar de manera objetiva el desarrollo que este tema tuvo durante la era apostólica, en el tiempo de persecución, la época de los padres apostólicos, el tiempo de los padres de la iglesia, la edad media, la reforma protestante y la modernidad.
Se debe comprender todo el desarrollo de la historia de la evangelización, desde sus diversas perspectivas, para poder comprender el curso a seguir en esta época para ser efectivos en la proclamación del Evangelio.
Tendrem,os que revisar los métodos, usados en el pasado, los que están en vigencia actualmente, y medir los resultados reales. Se hace necesario hacer la reflexión sobre el concepto de conversión. ¿Qué significa convertirse a Cristo en la postmodernidad? Responder a esta pregunta hace necesario indagar y comparar, con el significado que esta pregunta, tuvo en el primer siglo de la era cristiana.
por otra parte se hace necesaria una revisión de los paradigmas, que han definido el curso a seguir en materia evangelizadora. Las campañas evangelisticas, las cruzadas, el evangelismo explosivo y el repartimiento de literatura, entre otras. Es necesario analizar los costos, que estos recursos tienen y los resultados reales que producen. Surge la pregunta ¿Se gana a una persona para Cristo por medio de un evento masivo en la postmodernidad? ¿Tiene un predicador de medios, el poder persuasivo, como para lograr la conversión de una persona en un predica? ¿Es la confesión mecánica que un evangelizador extrae de su evangelizado, verdaderamente un nuevo nacimiento? Estas son interrogantes, que merecen ser analizadas y respondidas con la debida seriedad.
No será acaso, que en la postmodernidad tendremos, que ganarnos a las personas, como nuestros amigos, demostrándoles lo que significa ser cristiano, para despues invitarles a tomar la decisión de entregarles su vida a Cristo.