Introducción: Sin Dios el mundo está
perdido, lo que gobierna es la muerte, la violencia, el egoísmo, la injusticia,
la pobreza y la enfermedad. Todo esto es efecto de la obra del maligno, por lo
tanto era necesario que el reino de Dios se manifestara en la persona de
Jesucristo, con la llegada del Mesías una luz de esperanza irrumpe en la
historia de la humanidad, ahora las cosas van a cambiar porque el Dueño del
universo se ha encarnado en la persona de Jesús de Nazaret. El ha venido para
poner fin a la dominación del maligno y traer salvación a los que son oprimidos
por el diablo. Este es el reino de Dios, el gobierno de Dios sobre la creación, la pregunta es:
I.
¿Qué es el reino
de Dios?
La predicación
de nuestro Señor Jesucristo estuvo directamente relacionada con la llegada del
reino de Dios. El mundo había caído bajo el maligno (1 Juan 5:19), lo que
provocó terribles consecuencias en toda la creación. Por lo tanto el tema
principal del los cuatro evangelios es el reino de Dios. La predicación de Jesús
fue el reino de Dios que representaba la llegada de un nuevo tiempo (kairós) en donde los efectos de la obra
del maligno sean revertidos, tiempo en el que el caos desaparezca y las cosas
vuelvan al orden.
Siendo para
Jesús el reino de Dios lo más importante en su predicación, la iglesia debe
identificarse con el mensaje de Jesús de Nazaret, esto nos lleva a preguntarnos
¿Qué es el reino de Dios? A continuación algunos pasajes que nos ayudan a hacer
un acercamiento a lo que la Biblia dice acerca del reino de Dios.
a.
El
reino de Dios es lo más valioso que hay (Mateo 13:44) por el cual vale la pena
dejarlo todo
b.
El
reino de es justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo (Romanos 14:17)
c.
El
reino de Dios es poder (1 Corintios 4:20)
d.
El
reino de Dios es respuesta para los indefensos: los pobres, los huérfanos, las
mujeres, Los niños, las viudas, los enfermos y las personas con discapacidades
(Lucas 6:20; Lucas 9:2: Lucas 10:9; Lucas 18:16;)
e.
Para
entrar al reino de Dios hay que nacer de nuevo (Juan 3:3-5)
Hay muchas cosas
que se pueden decir del reino de Dios, sin embargo lo que nos interesa el día
de hoy, lo podemos resumir de la siguiente manera: El reino de Dios es el
gobierno de Dios sobre toda la creación, Dios es el Señor de la tierra y dueño
de todas las almas (Josué 3:13; Ezequiel 18:4). Con la llegada del reino de
Dios, se le puso fin al imperio del mal que es el responsable de la injusticia,
el egoísmo, la violencia, la enfermedad, la marginación, el hambre, la tristeza
y la muerte. Por lo tanto, en su vida terrenal Jesús se dedicó a demostrar el
poder de Dios (Hechos 10:38). Con Jesús el reino de Dios se manifiesta a través
de diversas señales. Todas estas señales cumplen el propósito de manifestar el
poder de Cristo y al mismo tiempo aliviar el sufrimiento de la gente. Este es
el impacto social del evangelio, es buena noticia para los que lo único que han
tenido son malas noticias, por eso es que cualquiera que oye el evangelio es
capaz de dejarlo todo por el reino de Dios. Los beneficios del reino de Dios
son reales, tangibles, verificables e innegables. Frente a la necesidad humana
Cristo no ordena que sencillamente se haga una oración su orden es: “…Dadles
vosotros de comer” (Mateo 14:16)
II.
¿Qué se entiende
cómo acción social?
La acción social
es todo acto que de manera consiente se realiza dirigido hacia otro ser humano,
el concepto adquiere un valor filantrópico cuando se entiende acción social
como: actos dirigidos a beneficiar a otros seres humano con quienes no tenemos
ninguna responsabilidad y de quienes no recibiremos ningún beneficio. En el
mundo siempre ha habido personas que movidos por la misericordia han procurado
aliviar el sufrimiento de otros seres humanos que se encuentran en desventaja
económica o social. Dios ha compartido con nosotros varias de sus virtudes y
una de ellas es el amor y la misericordia. Estas dos virtudes son las que
impiden a los seres humanos ser indiferentes ante el sufrimiento humano.
Por lo tanto
podemos señalar que la acción social es todo acto dirigido a aliviar el
sufrimiento humano, esto implica sufrimientos físicos y emocionales. Incluye
llevar salud a aquellos que sufren enfermedad, paz a los que sufren violencia,
comida a los que sufren hambre, justicia a los que son víctimas de la injusticia,
una familia a los que sufren exclusión, seguridad y protección los que padecen
diversos abusos, etc. Todo esto se encuentra englobado en la acción social.
III.
¿Cuál es la
relación entre el Reino de Dios y la acción social?
Cuando
comparamos las señales del reino de Dios y los objetivos de la acción social,
es fácil darse cuenta que existen muchas similitudes, hay una enorme
coincidencia en los propósitos que se persiguen, por lo tanto debemos reconocer
que el reino de Dios es más que palabras, es más que la promesa de una vida en
el cielo. Santiago es uno de los primeros escritores del Nuevo Testamento y su
ministerio se desarrollo en un contexto de pobreza extrema resultado de la
diáspora (la dispersión de los judíos) Muchos compatriotas se encontraban
sufriendo de terrible escases en sus necesidades básicas. Santiago no se puede
quedar indiferente ante esta realidad, por lo tanto escribe su epístola
dirigida a los hermanos de la dispersión. En esta epístola, Santiago define con
una claridad que no deja lugar a dudas qué es la religión, entendiendo religión
como la vida de comunión espiritual que una persona tiene con Dios. La
afirmación es: “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta:
Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin
mancha del mundo” (Santiago 1:27)
Velar por las
necesidades de las demás personas es una de las formas prácticas de medir la
espiritualidad de una persona, las alabanzas a Dios deben materializarse en la
ayuda al prójimo. La vida cristiana es más que buena música en los templos, es
más que sermones bien predicados, es más que largas oraciones. Es amor, a Dios,
al prójimo y a los hermanos de la iglesia. Amor que se convierte en acciones.
Juan lo señala de la siguiente manera: “Pero el que tiene bienes de este mundo
y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el
amor de Dios en él?” (1 Juan 3:17) Santiago lo afirma de la siguiente forma: “Y
si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del
mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos
y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de
qué aprovecha?” (Santiago 2:15-16)
No hay
cristianismo sin Cristo, tampoco hay cristianismo sin impacto social, donde el
evangelio llega las cosas deben cambiar, la calidad de vida de la personas debe
mejor. El reino de Dios es vida; es vida abundante, es vida plena (Juan 10:10)
El reino de Dios nos invita la acción social, nos convoca a hacer algo para
cambiar el mundo, porque Dios ama al mundo (Juan 3:16) Lo ama tanto que envió a
su Hijo para salvarlo, y la salvación se hace evidente desde el primer momento
en que una persona se encuentra con Cristo. Todo comienza a mejorar a nivel
personal y familiar, de tal manera que las personas se convierten en gente de
bendición para la sociedad. Donde hay un hijo de Dios, hay sal y luz (Mateo
5:13-14) Esto siempre beneficia a las personas que están en el mundo.
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