ANTIGUA CALLE A TONACATEPEQUE, URBANIZACION LAS MARGARITAS, FRENTE A BODEGAS DE FABRICA IMSA, 300 METROS AL NORTE DE UNICENTRO SOYAPANGO, SAN SALVADOR, EL SALVADOR, CENTROAMERICA





Pastores: Tito y Delmy Escalante

Visión

"Ser una congregación de gente sana y libre que bendice a sus miembros y amigos con el Evangelio de Jesucristo en un ambiente de amor, respeto y aceptación"

domingo, 4 de diciembre de 2011

Mentalidad, teología e ideología norteamericana

La mayoría de iglesias evangélicas “históricas” fueron fundadas por misioneros norteamericanos, que con la predicación del Evangelio traían también su cosmovisión e ideología política. La misión evangelizadora en América Latina sufrió un proceso de transculturización, de manera similar a como lo habían hecho los españoles desde los tiempos de Cristóbal Colón. Evangelización llegó a ser en alguna medida el nuevo colonialismo, en donde el criterio de lo bueno y lo malo queda supeditado a la interpretación que los colonizadores deseen asignar.

Uno de los primeros rasgos del cristianismo evangélico en El Salvador; por ejemplo, lo define el exacerbado anti catolicismo producto del “boicot” y los ataques por parte de los sacerdotes católico-romanos ante la llegada de evangelizadores protestantes a sus poblaciones. Esto se convirtió en una lucha encarnizada por el mercado de las almas, quienes se convirtieron en la clientela de las iglesias. Se cuenta de sacerdotes que al enterarse de la presencia de algún predicador “protestante”, incitaban a los pobladores a no recibirles y hasta a atentar contra sus vidas, con la amenaza que de no hacerlo, serían excomulgados de la sacro santa iglesia católica, apostólica y romana. Lo que les dejaría destinados a la condenación eterna. Además de la muerte social que convertirse en “luterano”[1] significaría, debido que los sacerdotes ordenaban a los feligreses evitar todo contacto o relación con los miembros de su familia que se hubieren convertido en protestantes e incluso realizar transacciones comerciales con cualquiera que hubiese abandonado la santa madre iglesia.

Por otra parte el efecto psicológico producido por las dos grandes guerras mundiales, desencadenó en una escatología inmediatista, donde la proclamación de la parusía se convirtió en el centro de la predicación. Las iglesias fueron influenciadas por el existencialismo reinante en el mundo occidental. De tal manera que frente al fatalismo resultante del fracaso de la Modernidad y sus ideales, se plantea una salida a la realidad a través de la promesa de una vida “más allá del Sol”. Cristianismo evangélico es entonces sinónimo de escapismo.

Las personas que no logran visualizar una mejoría en sus vidas, fácilmente recurren al escapismo; es decir, la búsqueda de alternativas subjetivas que les permitan divorciarse de la realidad que les es desfavorable. Una manera muy frecuente en el mundo evangélico de hacer esto, es pensar en el cielo cuando la vida en la tierra es insoportable. En lugar de descubrir al Dios que obra a través de la historia, se hace más fácil idealizar a un Dios que aquí no puede hacer nada para cambiar las cosas, porque la vida terrenal carece de valor aparente y por lo tanto lo más importante es la vida en el más allá. Como que la salvación es ineficiente al no poder redimir al ser humano en su realidad. Olvidando que desde que el Dios de la vida trae su gobierno, en ese momento las cosas comienzan a cambiar, obrando en la integralidad de la persona y no solamente en el ser incorpóreo. La vida de Dios es algo objetivo y poderoso que opera en el dinamismo que le caracteriza.

Teorías escatológicas como el dispensacionalismo, toman auge en medio de las nacientes comunidades evangélicas, que encuentran en sus postulados una esperanza trascendente en medio de una realidad caracterizada por la desesperanza. En la Biblia Anotada de Scofield, se define una dispensación como un período de tiempo durante el cual el hombre es probado, con respecto a alguna revelación específica de la voluntad de Dios (Ed. Española 1981, Pág. 4, nota a Génesis. 1:27) El Dispensacionalismo es un sistema teológico que subraya, que Dios ha empleado diferentes medios de administración de Su voluntad y Su gracia en diferentes períodos. Sin embargo, lo distintivo del Dispensacionalismo es que sostiene que Israel como nación y la Iglesia como cuerpo de Cristo, no forman un único pueblo de Dios, sino dos pueblos con profecías, promesas y destinos diferentes. Según Scofield hay siete dispensaciones: Inocencia, conciencia, gobierno civil, promesa, ley, gracia y reino. La palabra "dispensación", que proviene del latín dispensare (distribuir), traduce dos vocablos griegos, diakonia o servicio (2 Corintios 3:7-9) y oikonomia o administración, comisión, encargo (1 Corintios 9:17; Efesios 1:10; 3:9; Col. 1:25.)

Probablemente uno de los mayores problemas del Dispensacionalismo, está relacionado con la escatología y por ende con la hermenéutica que utiliza en la interpretación de algunos pasajes de las Sagradas Escrituras en relación al futuro, principalmente con el desenlace de los últimos tiempos. Es importante hacer un acercamiento minucioso a la forma en que destacados predicadores de esta teología, han procurado identificar a los actores de los libros de Daniel y Apocalipsis, polarizando el mundo e identificando al bien y al mal con ideologías políticas y económicas. Cayendo incluso en la difamación y estigmatización de notables figuras del mundo de la política, la religión y la economía. Lo que con el paso del tiempo ha demostrado ser una falsa interpretación, al ser sorprendidos por los cambios socio económicos que han acaecido en las últimas dos décadas.

Además de las iglesias evangélicas históricas, también llegaron a América Latina misioneros de un nuevo movimiento, denominado Pentecostal; surgido como una protesta en Estados Unidos. Pablo Morales Arias afirma:

“El avivamiento pentecostal se da ya a inicios del siglo XX en Los Ángeles. Sus raíces se remontan al movimiento de santidad con el cual guarda cierta continuidad y con las conferencias de Keswick. El movimiento se desarrolla como un medio de protesta ante el aburguesamiento de la iglesia metodista en Estados Unidos. Las clases bajas de la iglesia se sienten relegadas y su espiritualidad menospreciada por un acoplamiento a la cultura norteamericana. El movimiento pentecostal se desarrolla como un llevar hasta las últimas consecuencias las posturas teológicas del movimiento de santidad. En este sentido, el pentecostalismo inicia su recorrido como lucha social ya a inicios del siglo XX en Estados Unidos” (Morales, 2005)

El conservadurismo bautista y metodista, entre otras formas de pensamiento evangélico, son exportados a los campos misioneros de América Latina, donde encuentran comunidades hundidas en la pobreza, el vicio, la ignorancia y el analfabetismo. Frente a tan dura realidad algunas comunidades evangélicas adoptan una actitud caracterizada por la pasividad y el conformismo. Promoviendo una postura despreocupada por la transformación de la realidad social y espiritualizando las tragedias humanas con la promesa de una vida eterna en el cielo.



[1] A los cristianos evangélicos en El Salvador se les conoció en un principio como luteranos en referencia a Martín Lutero (1483-1546) que se convirtió en un ícono de la reforma protestante. Por lo que también es común que se les llame a los protestantes cristianos evangélicos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario